Jardines verticales
Rodéate de naturaleza en la oficina

Jardines verticales. Cambia de perspectiva
Se podría decir que la propia naturaleza se encargó de crear los primeros jardines verticales del planeta pero, como todo en esta vida, hasta que alguien no se percata de su utilidad y la capacidad de adaptarlo a otros espacios no se da el pistoletazo de salida a un nuevo concepto de jardín tan necesario en este mundo superpoblado en el que vivimos
Fue Patrick Blanc, en uno de sus viajes por el sudeste asiático, quien observando que muchas plantas crecían en lugares diferentes al de un terreno llano y con poco sustrato, simplemente a partir de suficiente luz y agua. A partir de este descubrimiento puso en marcha su idea de la creación del primer jardín urbano vertical tal y como lo conocemos hoy. Actualmente es la figura más representativa sobre esta nueva arquitectura vegetal y conserva la patente de esta idea. Sus obras pueden verse en París,Qatar, Kuala Lumpur, etc. En 1988 crea su primer muro vegetal en la Ciudad de las Ciencias y la Industria de París. Miesntras tanto, en España, las denominadas plazas duras en la arquitectura urbana, esas plazas hechas básicamente de cemento, no eran bien recibidas entre los ciudadanos y no aportaban un cambio estético ni áreas verdes.
A partir de ahí la fiebre del jardín vertical sólo hizo nada más que empezar y el estudio de sus beneficios también.
¿Cómo funciona un jardín vertical?
Los jardines verticales basan su creación en la idea de ahorrar espacio y aportar los beneficios de la naturaleza a nuestros entornos urbanos. Para ello la idea se centra en aprovechar las estructuras de muros y paredes y generar un sistema vegetal sobre él.
Generalmente consistirá en celdas divididas en torno al espacio del que disponemos permitiendo así organizar el jardín en diferentes plantas. De esta manera, si necesitamos sustituir una o varias de nuestras plantas de nuestro jardín vertical podemos hacerlo fácilmente sin necesidad de afectar al resto de jardín. Es decir, es cómodo y sencillo.
Cada celda, en realidad, es prácticamente un cuadrado de musgo sobre el que crecerá nuestro jardín vertical porque ahí radica una de sus ventajas. No necesita un sustrato de tierra, las plantas del jardín vertical crecen básicamente en un entorno orgánico (musgo) que le aportará lo que necesita para crecer. Luz y agua harán el resto.
Además, otra de sus ventajas es el ahorro de agua en estos jardines. La mayoría de jardines verticales utilizan un sistema de recirculación del agua que permite, al final del recorrido, recoger el agua en un circuito cerrado y se reaprovecha para un nuevo uso. Son evidentes sus beneficios de ahorro y ecológicos.
Adaptaciones de los jardines verticales en nuestro día a día

Como ya habrás imaginado. La idea de los jardines verticales se ha extrapolado a múltiples áreas de nuestra vida. El entorno laboral es uno de ellos. Los adeptos a la tendencia de la biofilia han sabido aprovechar este sistema para aportar a los entornos profesionales un toque de naturaleza.
Es cada vez más común ver paredes aprovechadas para un entorno vegetal y beneficiarse así de sus múltiples ventajas. Según los estudios de Akira Hoyano, Profesor en el Tokyo Institute of Technology, el aislante vegetal reduce hasta 10 decibelios la contaminación sonora, y también reduce hasta 5ºC la temperatura interior de un edificio en verano así como la mantienen en invierno, ahorrando hasta 500€/m2 al año. Así que si te estabas preguntando si este tipo de proyecto podía suponer humedades en las paredes, al contrario, porque además en su construcción se suele dejar una cámara de aire entre el jardín y la pared.
En resumen, mejoras en la intrusión de ruido, ahorro energético, ahorro en costes y un aspecto realmente chulo son sólo algunos de los beneficios de los jardines verticales.
Rizar el rizo. ¿Sólo paredes para jardines verticales?

Si se puede aprovechar un muro ¿Por qué no un tejado? Pues sí. Tienes razón, ya se llegó a esa conclusión y ya se pueden observar jardines en techos y tejados. En este caso, además de las ventajas de un jardín vertical son usados incluso para ciertos tipos de cultivos como frutas y verduras.
Esta claro, que si le echamos un poco de imaginación podemos crear cada día estructuras más sostenibles con el medio ambiente y que, además, nos aportan numerosos beneficios.