10 ideas para aprovechar la jornada intensiva
Saca más partido al horario de verano en la oficina
Con la llegada del verano muchas empresas comienzan la deseada jornada intensiva durante los meses de julio, agosto y algunas incluso septiembre.
La jornada intensiva supone un cambio importante en nuestro día a día; madrugamos más, comemos antes y, sobre todo, tenemos la tarde libre (al menos en teoría).
En el post de esta semana vamos a darte algunas ideas para que le saques el máximo partido, mientras llegan las ansiadas vacaciones o a tu vuelta, si tienes la suerte de hacerla también en septiembre.
Organiza bien el trabajo
El punto clave es hacer la jornada intensiva, no alargar el horario laboral. Por eso, organizarse el trabajo y conseguir la máxima productividad es esencial. Nuestro artículo sobre gestión del tiempo en la oficina puede inspirarte a la hora de planificar tus tareas de la manera más efectiva.
Despeja tu mesa
En línea con lo anterior te animamos a que te reserves al menos una hora para arreglar tu escritorio. Tener una mesa organizada te ayudará a ser más productivo y creativo.
También puede ser un buen momento para hacer limpieza y deshacerte de todo aquello que no necesites. ¿Has oído hablar de Marie Kondo? Te explicamos su método konmari para organizar la mesa de trabajo.
Comer en la oficina
Punto importante. En la jornada intensiva tendemos a descuidar nuestra alimentación. Picamos cualquier cosa frente al ordenador para no perder tiempo comiendo. ¿Qué tal si te llevas un tupper cada día? Lo bueno del verano es que apetecen los platos fríos poco elaborados y sencillos. Las ensaladas pueden ser un buen aliado y son rápidas de preparar, evitarás el bocadillo o el picoteo de la máquina de vending.
Intenta no comer en tu mesa de trabajo, hazlo mejor en las zonas comunes, o incluso fuera de la oficina en algún parque cercano. Tómate unos minutos de calidad para comer, mientras te sugerimos escuchar algo de música, leer o charlar con un compañero/a.
Hacer ejercicio
Si durante el año practicas deporte antes de entrar a trabajar o al salir de la oficina, ahora solo tienes que cambiar un poco el hábito y hacerlo en otro horario. Si vas al mar, aprovecha para hacer natación o aquagym a tu aire, también puedes salir a correr al caer la tarde, dar un paseo en bici o ir al gimnasio, seguro que te sorprende ¡la poca gente que hay!
Regálate al menos una tarde de la semana para ti
Ahora es el momento perfecto para hacer las cosas que normalmente no tienes tiempo de hacer. Por ejemplo, maratón de series, ver películas, tirarte la tarde leyendo en una terraza, dibujar, cocinar… ¡Desconecta de la rutina!
Reencuentro con amigo/a
Todos tenemos algún amigo o amiga con el que es difícil coincidir, el día a día y las agendas complican el encuentro. Ahora será más fácil, tienes la jornada intensiva para ponerte al día con esa persona que te apetece ver.
Cursos intensivos
Teniendo las tardes libres puede ser el momento de apuntarte a alguna actividad diferente que te motive. La oferta de cursos intensivos aumenta en verano, anímate a hacer cerámica, fotografía, pintura, cocina, … quizás descubras una nueva pasión.
Retoma el hábito lector
En la vorágine diaria es difícil a veces encontrar tiempo para la lectura y muchas veces terminamos poniéndonos un capítulo de alguna serie antes de irnos a dormir. Con las tardes libres ¡engánchate a la lectura de nuevo! Leer en el tiempo libre estimula la creatividad y te mantiene más activo mentalmente.
Redescubre tu ciudad
Mientras esperas las vacaciones, aprovecha para hacer el turista en tu propia ciudad. Normalmente estarías trabajando pero ahora tienes algo más de tiempo, para ir a un museo, visitar algún monumento que tienes pendiente, exposiciones, cine…
Más naturaleza
En otros artículos hemos comentado los beneficios que tiene para el ser humano el estar en contacto con la naturaleza, por eso la biofília está tomando mucha fuerza en el diseño de oficinas.
Las largas tardes de verano hacen que el día nos cunda más y podamos aprovechar para dar un salto a la naturaleza; a la montaña, a la playa o simplemente ir a pasear por los alrededores de algún pueblo. La sensación de desconexión es total.
Y hasta aquí nuestros consejos para sacar el máximo partido a la jornada intensiva. ¡Feliz verano!